¿Qué es la fobia escolar? ansiedad en niños

En este artículo te enseñamos a detectar la fobia escolar y la ansiedad en niños. Conoceremos por qué aparece el miedo a la escuela y te mostraremos los diferentes tratamientos que existen.

Fobia escolar ¿Qué es?

La fobia escolar es uno de los trastornos sufridos por niños y adolescentes, considerados como más incapacitantes, si bien la ansiedad y el miedo relacionados con el entorno es frecuente a lo largo de la vida académica de un alumno, los casos de la fobia escolar representan menos del 1%. Puede aparecer de manera repentina entre los 5 y 6 años, sin embargo, en niños más mayores y adolescentes se presenta de manera gradual y más intensa.
Es un tipo de fobia específica, es decir, un miedo intenso, persistente, irracional, incontrolable e incapacitante ante un estímulo específico, en este caso la escuela o cualquier estímulo asociado al ámbito escolar (profesorado, personal docente o no docente asociado a la escuela, alumnado, patio…), esto implica que el niño o adolescente tiene una incapacidad manifiesta de asistir o permanecer en el centro escolar.
Si bien el miedo es una respuesta del organismo dirigida a su protección, los diferentes tipos y niveles de miedo van evolucionando con la edad, y no interfieren con el desarrollo de la persona.
En cada edad, es habitual tener miedo asociado a determinados estímulos, así como el tipo de respuesta que desencadenan asociadas a la emoción que provocan. Los miedos característicos según la etapa son:

• 8-12 meses, miedo a los extraños, evitan al extraño y se acercan a su figura de apego.
• 2 años, miedo a lo desconocido, a la oscuridad o a quedarse solo.
• 7-9 años, miedo al daño físico, al fracaso o al ridículo.
• 10-12 años, miedo al juicio de los demás, al mal rendimiento académico, al daño físico y a los problemas familiares.
• 12-19 años, miedo a las relaciones interpersonales o a su ausencia, pérdida de la autoestima.

En el caso de la fobia, el miedo o la ansiedad que provoca el estímulo (entorno escolar), es inmediato, se puede manifestar en forma de rabieta, llanto, parálisis, enfermedad o aferramiento a su figura de apego, siempre con el objetivo de evitar la exposición el estímulo (la escuela), esta ansiedad se manifiesta continuamente durante al menos 6 meses de duración, y este miedo interfiere significativamente en la vida habitual del alumnado que lo padece.

Causas de Fobia escolar

La predisposición genética o el temperamento son la base, a partir de la cual construir la personalidad del individuo y desarrollar, o no, determinados trastornos.
Además, son necesarias determinadas vivencias en el ámbito escolar, con los profesores, los compañeros, personal no docente, personal de apoyo, etc. que hayan sido percibidas por el niño como desagradables, agresivas, en definitiva, que hayan supuesto una experiencia tan dañina, motivadas por diferencias físicas, raciales, intelectuales, socio económicas etc., como para que no se quiera volver a enfrentar a ella, aunque en algunos casos bastará con que el suceso, no haya sido padecido por el niño, sino que tan solo lo haya observado o se lo hayan contado, para que suponga un evento desencadenante de la fobia escolar.
Otra causa de la fobia escolar puede ser el rechazo a la escuela como lugar de aprendizaje, normalmente porque su competencia académica está desajustada, bien por dificultades asociadas al aprendizaje, bien por exceso de competencias que provocan aburrimiento y hastío. En cualquiera de estos dos perfiles, se produce incomprensión y falta de integración.

Fobia escolar y ataques de ansiedad: signos y síntomas

El niño que presenta fobia escolar suele presentar síntomas de ansiedad, tensión muscular, aumento de frecuencia cardiaca, hiperventilación, llanto, pataleta, no querer salir de la cama, resistirse a ir al colegio, vómitos, diarrea, dolor abdominal, tristeza, irritabilidad, siempre la noche anterior o en la mañana antes de salir hacia el colegio.

¿Cómo prevenir la Fobia Escolar?

• Aumentar la educación emocional, aprender a identificar las emociones y a expresarlas.
• Practicar técnicas de control y relajación muscular.
• Aprender a realizar una respiración consciente de profundidad y amplitud constante.
• Entrenamiento en habilidades sociales: asertividad, empatía, comunicación, escucha activa…
• Detección precoz estilos de aprendizaje, capacidades cognitivas.
• Observación niños solitarios, niños conflictivos, niños diferentes.

Preocupaciones de los padres ante la fobia escolar

Nada hay más importante para los padres que el bienestar de sus hijos, ante una situación de rechazo y de malestar de un hijo la reacción inmediata de los padres es a la evitación o minimización de este.
Para minimizar o eliminar la fobia escolar, la actitud de los padres debe ser siempre de comprensión y aceptación de su miedo, escucha activa para identificar la causa que ha originado el miedo y poder intervenir para ayudarle a enfrentarse a la situación y ponerlo en conocimiento de docentes y dirección del centro.
En cualquier caso, la familia debe acompañar al niño en el proceso de conocimiento de su malestar, apoyarle y fortalecerle para que continúe con sus actividades escolares, haciéndole saber que se le entiende, que se le comprende y que se le va a ayudar para que deje de sufrir. Los padres en ningún caso deben apoyar ni justificar el absentismo escolar.
La mejor forma de demostrarle que no hay por qué temer ir a la escuela, es que vaya a la escuela.

¿Cómo tratar una fobia escolar?

Farmacológico: Se utiliza únicamente en casos en los que la terapia psicológica es ineficaz por sí sola, o en casos con un alto nivel de deterioro, debido a sus graves efectos secundarios (taquicardia, hipertensión, estreñimiento, insomnio, náuseas, mareos, etc.) y a su baja eficacia a largo plazo.

Tratamiento en formato de juego: Alternativa para los más pequeños, con este tipo de terapia se aprovechan los beneficios del juego: tolerancia a la frustración, regulación de sus propias emociones y práctica de nuevas habilidades según su nivel de desarrollo, sin as limitaciones propias del uso del lenguaje verbal.

Terapia de apoyo educativo: Consiste en enseñar a los niños a reconocer la diferencia entre el miedo, la ansiedad y la fobia, se les puede animar y dinamizar sesiones para que expresen sus emociones y sus miedos y enseñarles a registrar los estímulos desencadenantes de pensamientos y sentimientos relacionados con las situaciones de miedo.

Terapia Cognitivo conductual. Incluye el uso de distintas técnicas según la clasificación de la conducta de rechazo escolar a controlar:

• Entrenamiento de padres en el manejo de contingencias: conductas de búsqueda de atención de personas de apego/referencia.
• Entrenamiento en habilidades sociales (role playing, reestructuración cognitiva, toma de decisiones, gestión de conflictos, etc.): escape de situaciones sociales aversivas.
• Biofeedback, entrenamiento para la reducción activación fisiológica: evitación de estímulos que provocan afectividad negativa (ansiedad/depresión).
• Mixto (combinación de técnicas): Combinación de conductas.