Día Mundial de la Salud Mental

La Salud Mental: Mucho Más que la Ausencia de Enfermedad

En el día mundial de la salud mental, debemos preguntarnos qué significa tener una buena salud mental, y es que es el componente fundamental de nuestro bienestar general, este bienestar va mucho más allá de la simple ausencia de enfermedades mentales. En realidad, no podemos hablar de salud en su totalidad si no la tenemos en cuenta. Este concepto nos recuerda que la mera ausencia de sufrimiento no es garantía de una salud plena, y que la presencia de sufrimiento emocional no siempre implica una enfermedad mental. Los psicólogos desempeñamos un papel crucial en esta ecuación, ya que ayudamos a mantener, recuperar y fortalecer la salud mental, así como a reducir la intensidad del dolor emocional y a aumentar la capacidad de disfrutar la vida.

La falta de visibilidad de la salud mental

Nos enfrentamos a un desafío invisible. A diferencia de las heridas sangrantes, los huesos torcidos o los síntomas físicos obvios como fiebre o espasmos, la enfermedad mental implica a menudo un espectro más sutil y menos visible. Esta falta de visibilidad puede tener un profundo impacto tanto en quienes la padecen como en su entorno, agravado por el persistente estigma social que aún prevalece.

La falta de visibilidad de la enfermedad mental puede tener un profundo impacto en el enfermo y en su entorno. Quienes luchan con problemas de salud mental a menudo enfrentan el desafío de explicar sus sentimientos y experiencias a los demás, lo que puede ser agotador y frustrante. Por otro lado, amigos, familiares y colegas pueden sentirse impotentes al no poder «ver» la enfermedad y, a veces, dudar de su legitimidad.

El estigma social que rodea a la enfermedad mental se agrava por esta falta de visibilidad. La creencia errónea de que «lo que no se ve, no existe» perpetúa la discriminación y el aislamiento de quienes padecen enfermedades mentales. Esto puede dificultar que busquen ayuda o apoyo, temerosos de ser juzgados o incomprendidos.

Sabemos que la dificultad de reconocer la enfermedad mental no la hace ni inventada ni siempre, evitable. Las condiciones de salud mental son trastornos reales que afectan la química y el funcionamiento del cerebro. No son caprichos ni debilidades personales. Además, muchos factores, incluyendo la genética, el estrés y las experiencias, pueden contribuir a su desarrollo.

Ausencia de enfermedades mentales

Es fácil caer en el error de pensar en la salud mental como la mera ausencia de enfermedades mentales diagnosticables, como esquizofrenia, depresión, ansiedad o trastornos de personalidad. Sin embargo, esta visión limitada impide apreciar su complejidad. Hablamos de un estado de equilibrio emocional, cognitivo, psicológico y social en el cual somos capaces de afrontar los desafíos de la vida, establecer relaciones saludables y disfrutar en el más amplio sentido, del bienestar.

La salud mental implica tener la capacidad de vivir una vida plena y significativa, incluso en medio de los desafíos que nos ofrece cada día. Los psicólogos somos los mejores aliados en este viaje, diseñamos y enseñamos a manejar las herramientas y el apoyo que cada individuo.

Es importante reconocer que las enfermedades mentales son tan reales como cualquier problema físico. La falta de visibilidad de la enfermedad mental no la hace menos legítima o importante. Es hora de superar el estigma y reconocer que, aunque no siempre sea visible, el dolor y el sufrimiento mental son muy reales. La empatía, el apoyo y la comprensión son fundamentales para avanzar hacia una sociedad en la que la salud mental sea tratada con la seriedad que merece.

A lo largo de la vida nos vamos encontrando con momentos de altibajos, a los que todos debemos enfrentarnos, momentos de sufrimiento y dolor emocional o de colapso cognitivo, apoyarse en profesionales de la salud mental como los psicólogos, nos va a ayudar a superarlos con más seguridad, confianza y estabilidad para el futuro. Te damos unas pautas.

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