El estrés hace que perdamos atención y memoria

La pérdida de atención por estrés es algo que ocurre de forma habitual. Cuando el estrés hace acto de presencia, actúa de forma sigilosa como distractor habitual haciendo que no prestemos atención a las cosas más importantes que tenemos a nuestro alrededor.

El estrés impide prestar atención consciente a lo que se está haciendo y afecta a la capacidad de almacenar información que tiene nuestro cerebro.

Y es que el estrés no sólo es malo por lo que trae para el sistema inmunitario sino que cuando se vuelve crónico afecta de forma directa sobre la atención y la memoria.

¿Por qué el estrés hace que perdamos atención y memoria?

La pregunta que queremos resolveros es, ¿por qué afecta el estrés a la memoria y a la atención? Para responderos tenemos que hablaros del hipocampo, que es una estructura cerebral clave en la memoria y en el proceso de aprendizaje. Y sí, el estrés afecta a la línea de flotación del hipocampo.

Varios estudios afirman que el cortisol es el responsable de que la estructura cerebral se vea afectada. Esta hormona lo que hace es preparar al organismo en los momentos en los que es necesario que estemos alerta.

La multitarea, cuánto daño ha hecho la multitarea al ser humano, hace que tengamos la atención dividida y no seamos capaces en ocasiones de almacenar datos que se nos pasan por alto y que de otra forma no sería así. Pensar que el estrés positivo, ese que nos hace estar proactivos, nos hace ejecutar varias tareas a la vez es contraproducente. No porque no se pueda sino porque restamos productividad a todo aquello que hacemos.

¿Qué nos ocurre cuando no prestamos atención?

Cuando de forma recurrente el estrés que nos provocan cosas como la multitarea nos desvía la atención lo vamos a notar principalmente en cosas tan cotidianas como no recordar dónde se ha aparcado el coche, dónde están las llaves de casa o dónde has dejado el teléfono móvil porque no eres capaz de encontrarlo. Estas cosas ocurren porque nos encontramos sometidos a un estrés continuo que complica la focalización de la atención: atendemos nuestros pensamientos actuando de forma mecánica y con un comportamiento tendente a la dispersión.

Síntomas físicos y estrés

Prestar atención a los síntomas físicos del estrés hace que emocionalmente nos centremos en esas sensaciones y nuestro nivel de atención con el entorno se reduce en términos de calidad y cantidad haciendo que no pensemos con claridad. Así, arrastramos en nuestra toma de decisiones más inseguridad y en lo que hacemos, también. Como consecuencia podemos tener pequeñas lagunas olvidando contenido de conversaciones que se acaban de tener, por ejemplo.

Tener un sueño reparador es algo que ayuda bastante a este problema de atención, descansando al menos unas 7 horas. Acompañarlo con ejercicio físico, también. Así conseguimos liberar la hormona del bienestar que contrarresta los efectos del estrés.

Cualquier cosa con tal de mantenernos activos, de recuperar el control y de hacernos con nuestros pensamientos.

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