Exceso de estrés: una batalla que ganar

En no pocas ocasiones hemos comentado que el exceso de estrés tiene unas consecuencias perjudiciales para la salud.

El estrés es un enemigo que no vemos y que a veces creemos que no está, aunque ataque silenciosamente y nos lance avisos de vez en cuando de lo que da buena cuenta nuestra salud.

Los síntomas fisiológicos del estrés, a pesar de ser molestos, son avisos o alertas que nuestro cuerpo emite como respuesta y mecanismo de defensa para evitar consecuencias peores.

Los seres humanos en muchísimas ocasiones ignoramos las señales que recibimos, unas veces por desconocimiento o porque no somos capaces de identificarlas, y otras porque nos hacemos los valientes creyendo que podemos superar cualquier situación, incluso creyendo que todos esos síntomas son consecuencias del ritmo de vida que llevamos, asumiendo que es un peaje que tenemos que pagar.

Tenemos tendencia a pensar que el estrés concederá una tregua, o que podremos controlarlo; dormimos un poco más, nos tomamos un día de descanso en el trabajo, desconectamos un par de días con una escapada…¡y listo! Creemos que ya está todo el trabajo hecho frente al estrés.

El enemigo implacable: exceso de estrés

Ni de lejos. El estrés es un enemigo implacable y que además es ‘invisible’, algo que lo vuelve más peligroso.

El estrés tiene en el punto de mira de nuestros sistemas vitales, los daña, y daña también la interrelación entre ellos. El círculo vicioso del estrés, del que ya hemos hablado, es una realidad y se va gestando convirtiéndose en una dinámica destructiva que no se detiene con una escapada, un descanso o una semana de viaje. No se puede cerrar los ojos ante el estrés.

Al estrés se le puede ganar la batalla. Tenemos que saber utilizar nuestros recursos, que son más potentes de lo que pensamos, para ponerle fin.

Tenemos la respiración como recurso, la concentración, tenemos herramientas que nos proporciona el biofeedback y que son muy poderosas para poder combatir desde dentro al exceso de estrés.

Esto no deja de ser una batalla que te ayudamos a librar, haciéndote conocedor de tus recursos para que seas tú mismo quien sepa plantarle cara y decir NO al estrés.