Hábitos de higiene mental

Hábitos de higiene dental vs hábitos de higiene mental

El dentista nos enseña cómo cuidar nuestros dientes, los psicólogos os enseñamos hábitos de higiene mental, hábitos de cómo cuidar nuestras mentes.

¿Tienes tiempo cada día para cepillar tus dientes? ¿Tienes tiempo cada día para cuidar tu higiene mental?

Es una realidad, que, desde hace años, todos hemos incorporado a nuestra rutina diaria, buenos hábitos de higiene dental. No está tan generalizado la práctica de buenos hábitos de higiene mental.

Igual que el dentista se esfuerza por enseñarnos cómo cuidar nuestros dientes, pero la sola visita al dentista no implica que ya tengamos los dientes sanos hasta la siguiente, sino que hace falta rutina y cuidado varias veces al día para mantener su salud, con la salud emocional ocurre lo mismo, los psicólogos os enseñamos cómo cuidar la mente y a gestionar las emociones, pero es imprescindible el trabajo diario para aplicar las herramientas que te protegerán y fortalecerán emocionalmente.

Alguna de las herramientas que utilizamos los psicólogos son el neurofeedback y el biofeedback, técnicas que pueden ayudarte a mejorar tus hábitos de higiene mental.

Biofeedback y neurofeedback para nuestra higiene mental

El neurofeedback es una técnica que consiste en medir la actividad eléctrica del cerebro mediante sensores colocados en el cuero cabelludo. Es una técnica no invasiva, como si de la báscula del peso se tratase, estos sensores envían la información a un ordenador que la procesa y la muestra en forma de gráficos, sonidos o imágenes. El objetivo es que puedas observar tu propia actividad cerebral y aprender a modificarla voluntariamente, con el fin de mejorar tu estado emocional, cognitivo o conductual.

El biofeedback registra y muestra otros parámetros fisiológicos, como la frecuencia cardíaca, la frecuencia y amplitud respiratoria, la temperatura corporal o la tensión muscular.

Neurofeedback y biofeedback te permiten visualizar tu propia respuesta fisiológica y aprender a regularla, con el fin de reducir el estrés, la ansiedad, el dolor o los trastornos psicosomáticos.

Cómo conseguir nuestro bienestar psicológico

Ambas técnicas se basan en el principio de que el cuerpo y la mente están interconectados y se influyen mutuamente. Por eso, al entrenar la capacidad de autocontrol sobre las funciones corporales, se puede mejorar también el bienestar psicológico:

– Mejora la atención, la memoria, el aprendizaje y el rendimiento académico o laboral.

– Aumenta la autoestima, la confianza y la motivación.

– Reduce los síntomas de depresión, ansiedad, estrés postraumático, fobias o trastorno obsesivo-compulsivo.

– Alivia el dolor crónico, las migrañas, la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica.

– Regula los trastornos del sueño, como el insomnio o las pesadillas.

– Ayuda a prevenir y tratar las adicciones, como el tabaquismo, el alcoholismo o la ludopatía.

– Favorece la relajación, la meditación y el mindfulness.

Cómo trabajar la higiene mental con biofeedback y neurofeedback

Para practicar el neurofeedback o el biofeedback se necesita la ayuda de un profesional cualificado que supervise las sesiones y oriente al usuario sobre cómo interpretar y modificar sus señales fisiológicas. Además, se requiere de un equipo específico que permita captar y mostrar los datos en tiempo real.

La percepción de las respuestas entrenadas en tu centro, las irás generalizando fuera del entorno de registro, mediante la práctica diaria de los estados entrenados con tu psicólogo.

Si quieres saber más sobre el neurofeedback y el biofeedback, te invitamos a visitar nuestra página web o a contactar con nosotros. Estaremos encantados de resolver tus dudas y ofrecerte un servicio personalizado y adaptado a tus necesidades.