A todos nos afecta la vuelta a la rutina del trabajo después de las vacaciones pero, ¿Qué hay de los más pequeños?
Los niños también sufren las consecuencias de lo que llamamos el síndrome post vacacional. Ellos también tienen que adaptarse a los horarios del curso, a la actividad y, cómo no, a los cambios de estación que están por venir.
Los primeros días de colegio los profesores tienen que lidiar con la distracción lógica y normal de muchos alumnos que han pasado de la anarquía de los horarios y de la ausencia de ‘normas escolares’ a ceñirse a un horario de clases, prestar atención a lo que se les explica y tener media hora de recreo cuando venían de disfrutar prácticamente dos meses de recreo continuado.
Con el fin de que los niños traten de llegar lo más centrados posibles al colegio, con un nivel de concentración básico y elemental que vaya in crescendo, os vamos a dar unos consejos para que puedan adaptarse a este cambio de la forma más ordenada posible.
Son consejos muy similares a los que nos podríamos aplicar nosotros mismos cuando volvemos de nuestro retiro dorado que son las vacaciones, así que vamos a sintetizarlos adaptándonos a los niños:
– En primer lugar conviene que los niños estén unos días antes de comenzar el colegio ya en casa. El motivo es que así contarán con un período de adaptación a los nuevos horarios de comidas, cenas y también de sueño.
– Con el fin de conseguir regular los horarios del sueño, es importante que cada día vayan metiéndose en la cama para dormir al menos media hora de lo que lo estaban haciendo durante el verano. Lo normal es que terminen los dos días antes acostándose sobre las 21-21:30. A su vez, también conviene irles despertando cada vez más pronto hasta llegar a la hora en la que se levantan para ir al colegio el día anterior. De forma progresiva pero que dos noches antes ya tengan esa pauta.
– A nivel de hábitos alimenticios, igual. Tanto por lo que se come como por los horarios. Establecer horas de comida y de cena que son las que se mantienen a lo largo del curso escolar. La relajación en la alimentación tiene que ir pasando a menús lo más completos posible que satisfaga todas sus necesidades a nivel de nutrientes.
– Ir reduciendo el uso de la tecnología a horas muy concretas: el uso de los smartphones, consolas de videojuegos, ordenadores y tablets hay que hacerlo más rígido y reducirlo con el fin de que ganen en descanso y se acostumbren poco a poco al uso normal que le daban mientras duraba el curso escolar.
– Finalmente otra de las cosas que sería bueno que se acostumbraran, especialmente en las últimas dos semanas antes de empezar el colegio, es a hacer algún libro de actividades escolares. Poco a poco, dedicarle un tiempo al día para que vayan asumiendo ciertas obligaciones. Contenidos diversos pautados por el colegio.
Con estos pequeños consejos estamos seguros de que poco a poco van a ir acostumbrándose en esta pequeña ‘pretemporada’ para que el partido de la vuelta al cole no sea traumático y les ayude a mantener un nivel de atención y de concentración óptimo.
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