Mindfulness y biofeedback

¿Conoces la relación entre mindfulness y biofeedback? Te lo contamos:

El mindfulness tiene su origen es la tradición budista, desde 1979 lo comenzó a utilizar, en el ámbito de la psicología para reducir niveles de estrés, el doctor Jon Kabat-Zinn en el hospital de la universidad de Massachusetts.

Mindfulness o atención plena, implica no pensar en el pasado no proyectar en el futuro, implica simplemente estar aquí en este lugar y ahora, en este momento. Sin juzgar, sin rechazar, sin criticar, lo que tengo, lo que hay, lo que soy, simplemente aceptándolo.  Los componentes básicos en la práctica del mindfulness son:

  • Control de la atención plena en el momento presente.
  • Aceptación del momento presente, tanto si es positivo como si es negativo.

¿Cómo podemos reconocer el momento presente?

El primer paso para reconocer el momento presente es preguntarse cómo te sientes, ¿Quieres probar? Puntúa de 1 a 8, donde “1” es me siento muy mal y “8” es muy bien, ¿cómo te sientes en este preciso momento?.

Ahora sigue practicando la atención plena, esto va a implicar atender sin distracciones ni interpretaciones, de manera objetiva a:

  • Tu respiración: Para y cuenta cuántas respiraciones haces en un minuto, cada inhalación y su exhalación son “1”. Practica este ejercicio hasta que consigas hacer 6 respiraciones al minuto. (Si cuentas 4 segundos para inspirar y 6 para exhalar).
  • Tus músculos y demás zonas del cuerpo: Repasa todos y cada uno de los músculos de tu cuerpo, haz una leve tensión, nota como se contraen y nota el alivio de la relajación, hazlo de 1 en 1, comenzando por los de las extremidades superiores y termina por los de las extremidades inferiores.
  • La consciencia de lo que haces en cada tarea del día a día: Ahora que has reconocido qué músculos tienes en el cuerpo, observa la posición que tienes ahora ¿Tienes tenso algún músculo que ahora no necesitas? Haz la misma observación en otras actividades
  • Unos minutos de meditación cada día: Comienza el día con unos minutos de atención plena y recupera la experiencia luego, en varios momentos a lo largo del día, como los trayectos o los minutos antes de comer o cenar. Piensa en estos como momentos clave, no de desconexión, sino de reconexión contigo mismo.
  • Consciencia de todos tus pensamientos y todas y cada una de tus emociones: ¿Recuerdas el ejercicio que te propusimos antes? Vuelve a puntuar de 1 a 8, cómo te sientes en este preciso momento en el que estás leyendo este artículo. ¿Ha variado en algo tu emoción?

¿Qué aporta el biofeedback?

Esta visualización de nuestro aquí y ahora, en ocasiones resulta compleja por la gran cantidad de estímulos externos e internos con los que convivimos y que nos acosan incansablemente. Para ayudarnos en la concentración contamos con la ayuda de Biofeedback, que nos pone imagen y datos a la cantidad y amplitud de nuestra respiración, a la tensión de nuestros músculos, a la frecuencia de nuestros latidos cardiaco y a nuestras emociones.

Si quieres conocer más en profundidad sobre la atención plena y cómo se practica, te invitamos a conocer nuestro curso de Mindfulness