Nochevieja, una noche para el estrés

A nadie se le escapa que la nochevieja es una etapa más en esta escalada de fiestas en las que el estrés hace acto de presencia. Es inevitable que los preparativos para una cita familiar y la posterior celebración en un cotillón tengan varios componentes cargados de tensión.

Por varias razones, esta cita puede resultar estresante antes de que llegue, durante la celebración y después de la cena. Vamos a explicarte cuáles son las situaciones más comunes que disparan los niveles de tensión, separándolo por los momentos previos y posteriores a la cena de nochevieja.

Previa de nochevieja

Antes del día, hay que preparar una cena. Por eso la elección del menú y su compra en el supermercado es uno de los momentos más estresantes, especialmente si guardas todo para última hora. Las aglomeraciones en los supermercados y centros comerciales durante estos días hacen que la compra sea más tensionada con todo lo que ello conlleva. Accesos, tráfico…y la posibilidad de que lo que buscas para cenar, no lo encuentres.

La compra de las uvas es algo que, si se deja para el último día, puede acabar con una tradición centenaria. Por eso también es mejor tenerlas con tiempo.

Las entradas para el cotillón, así como comprar ropa para la ocasión, son otras de las cosas que van añadiendo estrés para quienes no encuentran ni unas ni otras. Ponerse de acuerdo de a qué fiesta acudir, el modelo que llevar para la cena y posterior celebración también son un quebradero de cabeza. Puede generar discusiones, pero también las aglomeraciones de compras en días previos a la festividad de Reyes Magos genera estrés.

Durante la cena de nochevieja

Algunas conversaciones de la cena de Nochevieja invitan al estrés. Hablar del COVID, de política, de trabajo, de fútbol…son algunos temas propicios para ellos.

Pero también es motivo de tensión cuando la hora se echa encima, y ves que te pilla el toro antes de que a las 00:00 se empiecen a tomar las uvas. Todo tiene que estar listo al menos dos horas antes para no comer rápido y atropellados, lo que llena la cocina de tensiones y estrés.

Comer rápido, brindar rápido…estar ceñidos a un horario y tener el tiempo como un factor esencial, colabora a esta situación de estrés.

Finalmente, hay que tener en cuenta los desplazamientos en coche y los lugares de aparcamiento. Hay muchos vehículos por las calles y luego hay calles que no gozan de buen aparcamiento. El tráfico y la búsqueda de estacionamiento son dos factores potencialmente estresantes. Y si hablamos de los desplazamientos por el centro de las ciudades en los días previos…sumémosle un motivo más.