Aunque viajar es una forma de relajarse y desconectar, las palabras estrés y viajar son un binomio que en muchos hogares es incapaz de desligarse.

Se centra más en aspectos de la organización del viaje, del medio de transporte y, en ocasiones, de la planificación de lo que se va a llevar a cabo en el lugar de destino.

Ahora que tenemos el puente de la Constitución a la vuelta de la esquina, creemos que esta entrada de blog puede ayudaros a entender qué cosas son las que más nos estresan cuando preparamos un viaje y, también, de qué forma podemos reducirlo.

Organizarse, clave para que estrés y viajar no vayan unidos

La falta de organización puede ser un caos. No es necesario ser milimétrico en los detalles, pero tener controlado algunos aspectos básicos de tu viaje puede ahorrarte episodios de estrés y de tensión.

Por ello, las prisas de última hora cuando no encontramos aquello que nos es necesario, la documentación que nos falta, la ropa que queríamos llevarnos y no está lista…todo esto contribuye a generar un estrés que no ocurriría si, con tiempo, hubiéramos elaborado una lista que nos permitiera ir con antelación preparando aquello que necesitamos. Pero, sobre todo, nos serviría para darnos cuenta de aquello que no tenemos y que es necesario.

Las familias lo entenderán bien: saber qué ropa tienen que llevar los niños, el botiquín por si acaso los resfriados o la gripe hacen acto de presencia este puente invernal, en caso de salir al extranjero los pasaportes y la documentación al día, etc.

El viaje y el transporte, fuente de estrés 

Otra de las cosas que también producen mucho estrés tienen que ver con el momento de viajar. En el caso de utilizar avión o tren, las horas de embarque y el desplazamiento son motivos de tensión porque hay que tener en cuenta que hay que llegar a las estaciones o el aeropuerto. Estrés y viajar también es un binomio que parece indivisible a la hora de utilizar el transporte.

Pero también si al final se decide ir en coche, las rutas para evitar atascos, las mejores horas a las que salir nos pueden ahorrar colas kilométricas con el estrés que eso supone.

El mejor consejo para esto es el de planificar una hora de salida en la que sepamos que puede haber pocos desplazamientos: de madrugada, a primera hora de la mañana o en un horario que conozcamos sea el mejor posible.

Y ya en destino, organizar una agenda demasiado apretada puede encorsetar nuestro viaje y hacerlo demasiado estresante. Excursiones, visitas…planifica con tiempo las entradas, el día y la hora pero no hagas de esas visitas el único motivo de tu viaje. También se trata de relajarse, descansar y disfrutar puesto que no deja de ser un oasis en mitad de nuestro curso laboral.