Volver a la oficina puede causarte estrés

Llevamos en un entorno de pandemia durante más de un año en el que el estrés asociado al trabajo había cambiado la percepción para muchas personas.

El teletrabajo se había impuesto en muchos hogares con la finalidad de evitar posibles contagios pero también ha supuesto una ‘relajación’ en el estrés que supone estar en la oficina y en permanente contacto con mandos superiores y otros compañeros.

Aunque por la parte social ha sido complicado trabajar sin contacto social con nadie desde nuestros hogares, no es menos cierto que la sensación de estrés había disminuido de forma razonable. ¿Los motivos? Son varios:

¿Por qué ha disminuido la sensación de estrés con el teletrabajo?

– La ausencia de presión laboral por parte de los mandos superiores y la tranquilidad de poder desarrollar el trabajo con un margen de tiempo mayor ha permitido reducir el estrés.

– Los horarios han sido distintos y el entorno tampoco ha favorecido a la aparición del estrés puesto que al estar trabajando desde casa la presión ambiental no ha existido.

– La reorganización de tareas con un horario más flexible ha sido una realidad, lo que ha permitido también reducir ese factor estresante.

– El nivel de concentración, por tanto, ha sido mayor en tanto que al reducir el estrés no ha condicionado el desarrollo de las tareas. Otra cosa distinta es el nivel de concentración cuando se trabaja con la familia cerca…

La realidad es que si bien el teletrabajo ha tenido un impacto positivo en el estrés, la vuelta a las oficinas que poco a poco se está llevando a cabo en nuestro país ha despertado el ‘monstruo’ que todos llevamos dentro.

¿Por qué nos genera estrés la vuelta a la oficina?

La necesidad de demostrar en nuestro centro de trabajo que no hemos dejado de ser productivos, competitivos y la progresiva adaptación a la ejecución de una o varias tareas en tiempo y forma también son un acicate a la hora de traer al estrés de vuelta.

Y es que, aunque es necesario el contacto social y recuperar nuestra ‘normalidad’, no es menos cierto que volver a las costumbres que teníamos antes en nuestro puesto de trabajo es otra realidad: para lo bueno y para lo malo.

En este entorno de incertidumbre además para muchas empresas, los esfuerzos en el trabajo se duplican por las ganas de demostrarse válido al trabajador para el puesto que desempeña. Ofrecer argumentos sólidos para justificar nuestro salario eleva el nivel de competitividad y, con ello, también el estrés.

Lo que se debe hacer es reconducir la situación con el fin de que un proyecto para mejorar el rendimiento y controlar el estrés tanto las empresas como los propios trabajadores sirva para que ambos aporten lo mejor en esta simbiosis.

Si necesitas ayuda para volver a mantener tu estrés bajo control consúltanos, estaremos encantados de ayudarte!!!