Crisis de Angustia: Síntomas, Causas y Estrategias

Las crisis de angustia, también conocidas como ataque de pánico, es una experiencia aterradora y abrumadora que afecta a muchas personas en todo el mundo. Estas crisis repentinas pueden surgir sin previo aviso, generando una sensación intensa de miedo y malestar. En este artículo, exploraremos sus síntomas comunes, estrategias para calmarla y las posibles causas subyacentes que la desencadenan.

¿Cuáles son los síntomas de la crisis de angustia?

Los síntomas pueden variar de una persona a otra, pero generalmente implican una combinación de los siguientes:

  1. Palpitaciones o taquicardias.
  2. Sensación de falta de aire o dificultad para respirar.
  3. Sudoración excesiva o escalofríos.
  4. Temblores o sacudidas incontrolables.
  5. Mareos o sensación de desmayo.
  6. Opresión en el pecho o malestar físico.
  7. Sensación de estar fuera de control o volverse loco.
  8. Miedo intenso a morir o a perder el control.
  9. Sensación de irrealidad o desconexión del entorno.
  10. Náuseas o malestar estomacal.
  11. Sensación de ahogo o atragantamiento.

¿Cómo calmar las crisis de angustia?

Si experimentas una crisis de angustia, existen varias estrategias que puedes emplear para ayudar a calmarla:

a) Respiración profunda: Practica una respiración lenta y profunda, inhalando por la nariz y exhalando por la boca, intentaremos que haya más exhalación que inhalación . Esto puede ayudar a reducir la hiperventilación y restablecer un ritmo respiratorio más equilibrado.

b) Enfócate en el momento presente: Concéntrate en el aquí y ahora. Intenta identificar cinco cosas que puedes ver, cuatro cosas que puedes tocar, tres cosas que puedes oír, dos cosas que puedes oler y una cosa que puedes saborear. Esto puede ayudar a desviar tu atención de los pensamientos ansiosos.

c) Utiliza técnicas de relajación muscular: Entrenamiento con biofeedback te ayuda a reducir el estrés y promover la calma.

d) Busca apoyo: Comunícate con alguien de confianza, ya sea un amigo, familiar o profesional de la salud. Hablar sobre tus sentimientos y experiencias puede brindarte un apoyo emocional invaluable.

e) Evita estimulantes: Limita o evita el consumo de cafeína, alcohol y drogas recreativas, ya que pueden exacerbar los síntomas.

¿Por qué tenemos estas crisis?

Las crisis pueden ser desencadenadas por diferentes factores, y la causa exacta puede variar de una persona a otra. Algunos posibles desencadenantes incluyen:

  • Estrés: El estrés crónico o situaciones estresantes pueden contribuir al desarrollo de crisis de angustia. Situaciones como problemas laborales, financieros o relaciones conflictivas pueden generar una carga emocional abrumadora.
  • Trastornos de ansiedad: Las personas con trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico, trastorno de ansiedad generalizada o trastorno de estrés postraumático, son más propensas a experimentar crisis de angustia.
  • Factores genéticos y biológicos: Existe evidencia que sugiere que ciertos factores genéticos y desequilibrios químicos en el cerebro, como niveles anormales de serotonina o noradrenalina, pueden contribuir al desarrollo de crisis de angustia.
  • Sensibilidad al estrés: Algunas personas pueden ser más susceptibles a estas crisis debido a una mayor sensibilidad al estrés o una respuesta exagerada al peligro percibido.
  • Experiencias traumáticas: Experiencias traumáticas, como abuso, pérdida o eventos traumáticos, pueden aumentar el riesgo de experimentar crisis de angustia en el futuro.

Es importante tener en cuenta que estos son solo algunos de los posibles desencadenantes, y cada individuo puede tener una combinación única de factores contribuyentes.

La crisis de angustia puede ser una experiencia aterradora, pero es importante recordar que existen estrategias para calmarla y manejarla de manera efectiva. Si experimentas crisis de angustia con frecuencia o si interfieren significativamente con tu vida diaria, es recomendable buscar ayuda de un profesional de la salud mental. Con el apoyo adecuado, es posible controlar y superar las crisis de angustia, permitiéndote vivir una vida más equilibrada y plena.

Además, en Co&Co Training, entendemos la importancia de abordar las crisis de angustia desde una perspectiva integral. Por eso, ofrecemos entrenamientos especializados utilizando técnicas de biofeedback y neurofeedback.

El biofeedback es una técnica que permite monitorear y regular las respuestas fisiológicas del cuerpo, como la frecuencia cardíaca, la respiración y la actividad muscular. A través de dispositivos de seguimiento, podemos enseñarte a reconocer los signos tempranos de una crisis de angustia y brindarte herramientas para regular tus respuestas físicas y emocionales en tiempo real.

El neurofeedback, por otro lado, se basa en la medición y el entrenamiento de las ondas cerebrales. Mediante la retroalimentación visual y auditiva, puedes aprender a modificar y regular tus patrones cerebrales, fortaleciendo las áreas asociadas con la calma y reduciendo la activación relacionada con la angustia.

Nuestros entrenamientos con biofeedback y neurofeedback están diseñados para ayudarte a desarrollar habilidades de autorregulación y manejo del estrés, lo que puede ser especialmente útil en el contexto de las crisis de angustia. Trabajaremos contigo de manera personalizada, adaptando las sesiones a tus necesidades específicas y brindándote las herramientas necesarias para superar y prevenir futuras crisis.

Si estás interesado en aprender más sobre nuestros programas de entrenamiento con biofeedback y neurofeedback para el manejo de la crisis de angustia, no dudes en contactarnos en Co&Co Training. Estamos comprometidos en ayudarte a recuperar tu bienestar emocional y vivir una vida plena y equilibrada.