La respiración que te ayuda a vencer el estrés y la ansiedad

La respiración es la clave sobre la que se asienta la lucha para vencer el estrés y la ansiedad. Entrenar la respiración nos va a permitir controlar situaciones que se nos escapan de cualquier control cuando el estrés y la ansiedad hacen acto de presencia.

La respiración también forma parte del entrenamiento que se lleva a cabo con el biofeedback porque es una parte importantísima para poder vencer el estrés y la ansiedad y porque nos ayuda a controlar otras variables fisiológicas.

Respira para vencer el estrés y la ansiedad

Existen varias técnicas de respiración que nos ayudan en esta batalla. La práctica del control de la respiración para relajar el cuerpo y apaciguar la mente no es algo que se haga desde hace poco, precisamente. Desde los monjes, los yoguis y cada día más psicólogos en sus consultas llevan a cabo este ejercicio tan sano. Y es que controlar la respiración ayuda a reducir la presión arterial, ofrece calma y lucidez y acaba con episodios de estrés en unos minutos.

Respirar es fácil, pero las técnicas para aprender a hacerlo de forma correcta y terapéutica requieren mucha práctica y disciplina. Una vez que lo haces, controlarás los momentos de estrés y combatirás los ataques de ansiedad.

Respiración diafragmática

La respiración que consideramos más apropiada para entrenar, la más sencilla y la que aporta resultados inmediatos es la respiración abdominal o diafragmática. Al contrario que la torácica aquí lo que se pretende es inflar el diafragma y no el pecho.

Un ejercicio muy sencillo es el de colocar la mano sobre el pecho y la otra sobre el vientre, aspirar de forma profunda por la nariz, sentir el vientre crecer y los pulmones estirarse. Realizar este ejercicio unas 8 veces de forma lenta y profunda durante al menos 10 minutos cada día.

Entrenando así, más las técnicas que tenemos para ayudar en la concentración mental a través de biofeedback y un completo programa, podemos ayudarte a vencer el estrés de forma sencilla y muy práctica.

Porque la realidad es que tener herramientas para el autocontrol resulta necesario e imprescindible en una sociedad acelerada donde el estrés es el causante de muchas enfermedades, hay que aprender a ponerlas en práctica.