Vacaciones y estrés, vacaciones sin estrés

¿Te suena lo de vacaciones y estrés?, vacaciones sin estrés…¿Cómo se consigue?

Llevamos largos meses de mucho trabajo, en ocasiones con demasiado trabajo. No vemos el momento de salir corriendo de vacaciones para desconectar del mundo. Sin embargo, las vacaciones que resultan más reparadoras, son aquellas que no sólo no nos desconectan sino aquellas que nos reconectan con aquellas otras cosas que nos gustan y para las que no encontramos tiempo el resto del año.

¿Por qué necesitamos las vacaciones?

Este espacio de tiempo tan necesario en nuestro calendario laboral, cumple una función básica, al igual que el sueño en los periodos diarios, en los periodos laborales necesitamos las vacaciones para recuperar salud, energía y muchas veces ilusión para el resto del siguiente periodo.

Parece tarea sencilla pero los datos nos dicen que, a mayor dedicación laboral, mayor presión de tiempo en la realización de las tareas, en definitiva, a mayor nivel de estrés laboral, el trabajador tiene una menor capacidad de disfrute de las vacaciones y a menor disfrute de las vacaciones, menor reparación durante las mismas frente al estrés y menor rendimiento laboral posterior.

Por tanto, a mayor nivel de desconexión o reconexión y reparación durante las vacaciones, menos probabilidad de reaparición de episodios de estrés a la vuelta.

¿Qué nos pasa cuando comenzamos las vacaciones?

En el momento de comenzar el tiempo de descanso, el perfil de trabajador sometido a altos nivele de estrés, ve su balanza descompensada de manera repentina, lo que pone a sus  sistema inmune en situación de extrema vulnerabilidad, de repente los niveles de alerta descienden y todo el sistema de protección queda al descubierto, esto unido a la falta de ocupación, que deja a la mente un espacio y un tiempo que no tiene costumbre de utilizar, en más ocasiones de las deseadas, llevan al trabajador a pasar su periodo de descanso, con dolencias como infecciones, migrañas, irascibilidad, tristeza o ansiedad.

Cómo preparar nuestras vacaciones

La falta de disfrute o la no consecución de un adecuado descanso lleva al trabajador a adentrarse en un peligroso círculo vicioso, que podrá revertir haciendo unos pequeños cambios en los días previos y durante las vacaciones:

  • Dedica tiempo a preparar tus vacaciones, durante las semanas previas: Dónde vas a ir, qué actividades vas a realizar, con quién vas a quedar, qué libros vas a leer, qué pelis vas ver…
  • Las semanas previas son de intenso trabajo para dejar todo cerrado, precisamente por eso, busca más momentos para desconectar, pon más pausas a lo largo del día y se muy puntual en los horarios tanto de entrada como de salida.
  • Lo ideal es dejar móvil, portátil y cualquier tipo de conexión con el trabajo, pero si eres de ese más del 45% de los empleados que no se desconecta durante las vacaciones, al menos, pon un tiempo y deja los dispositivos durante las excursiones, actividades, comidas o paseos y cógelos durante un tiempo acotado y previsto, nunca en compañía de otras personas y lo más importante, por tiempo limitado, nunca de manera impulsiva.
  • Cumple con la programación que has organizado los días previos, las vacaciones activas tienen un poder desestresante mayor que las pasivas, si finalmente no encontraste el momento de organizar los días antes de salir, hazlo durante, pero organiza, la improvisación también está bien, pero trata de tener un plan.

Si en otras ocasiones lo has intentado y te ha resultado difícil, no lo dudes, busca ayuda para preparar unas vacaciones inolvidables  y un regreso saludable. Estamos contigo.