Envejecimiento y estrés

Por tannto, hoy hablamos de envejecimiento y estrés.Tanto estrés como envejecimiento son inevitables en nuestra vida, mientras estamos vivos. Cuando somos jóvenes los estímulos que nos producen estrés nos afectan tanto al cuerpo como a la mente, de manera diferente a como sucede cuando somos mayores. A medida que se envejece, las defensas naturales del cuerpo comienzan a disminuir, sin embargo, la experiencia vital ayuda a relativizar algunas situaciones, pero magnifica otras, el sólo hecho de envejecer, junto con la pérdida de capacidades físicas y cognitivas,  representa unos importantes agentes estresantes. Todo esto provoca que sea necesario un continuo aprendizaje para convivir con el estrés, la ansiedad y la depresión.

¿Por qué afecta de manera diferente el estrés en la población mayor?

A medida que vamos alcanzando la edad adulta nuestras condiciones físicas van cambiando y el cuerpo maneja de manera diferente su respuesta al estrés.

El sistema inmunológico se va deteriorando con la edad. El envejecimiento inmunológico puede provocar enfermedades cardiacas, cáncer y otras enfermedades relacionadas con nuestra salud.

A esto tenemos que añadirle las enfermedades crónicas que van apareciendo y que contribuyen a aumentar los niveles de malestar físico y de estrés.

Las hormonas del estrés afectan negativamente a la memoria y las funciones cognitivas, agrandando el círculo vicioso del estrés y perjudicando su calidad de vida. El sueño nocturno se hace más corto y ligero. Esta falta de noches de sueño reparador hace que empeore su energía vital diurna y aumenten sus problemas cognitivos. Sin embargo, la capacidad de regular los niveles de cortisol, adrenalina y noradrenalina,  se puede entrenar, pero con el tiempo, sin el entrenamiento oportuno, vamos perdiendo esta capacidad de regular estas hormonas porque se pierde la capacidad de desactivar su secreción. El estrés acelera el envejecimiento y el envejecimiento nos provoca a su vez más estrés: se va alimentando el “círculo vicioso” del envejecimiento y estrés.

¿Qué cosas estresan más en la población mayor?

La vulnerabilidad ante los agentes estresores es dinámica, aquello que antes  provocaba estrés, deja de ser importante ahora, los problemas en el trabajo, la crianza de los hijos, la aceptación social etc y empieza a ganar terreno el sentimiento de incapacidad para hacer  tareas que antes nos resultaban fáciles, la falta de ese mismo trabajo que antes generaba estrés, ahora genera sensación de falta de utilidad, la pérdida de seres queridos que va vaciando de amistad y amor la vida, o la cercanía a la propia muerte. 

El mundo conocido se va desmoronando, dejando paso a una vida nueva por descubrir. De la capacidad de afrontar esta nueva vida dependerá el éxito del afrontamiento de estas situaciones en esta etapa final de la vida.

¿Qué podemos hacer ante el envejecimiento y estrés?

  • Mantener relaciones sociales, evitar el aislamiento y la soledad.
  • Realizar actividad física.
  • Buscar actividades que nos estimulen a nivel mental.
  • Mantener hábitos de comida saludable.
  • Realizar una buena higiene del sueño para lograr un sueño de calidad.
  • Evitar las situaciones que nos producen estrés.
  • Recuperar hábitos de control de estrés: Relajación muscular, respiración y control de la coherencia cardiaca.

Si crees que necesitas ayuda, no lo dudes, cuenta con nosotras, te ayudamos a organizar tu plan. Te enseñamos cuál es tu nivel de estrés con nuestro método de biofeedback y te acompañamos para adquirir tus nuevas rutinas.