Lo que debes saber sobre las fobias y el estrés

Las fobias son temores a situaciones o cosas que no suelen ser peligrosas y que la mayor parte de las personas no las considera molestas ni atemorizantes.

Estas fobias suelen llevar aparejados cuadros de estrés por la tensión que generan, haciendo que las personas que las sufren tengan ciertos problemas para respirar, se les acelere el ritmo cardíaco…en general una alteración de las variables fisiológicas.

Aunque el miedo es algo común para todas las personas, es una reacción natural para adaptarse a situaciones de riesgo, no todo el mundo lo procesa de igual forma.

Conviene diferenciar también que los miedos de niños son normales y poco a poco van desapareciendo. En este post nos referimos a las fobias en adultos que requieren de algún tipo de ayuda para poder superarlas.

Lo que diferencia el miedo ante la adaptación a situaciones racionales, cuando ese miedo se da por situaciones que ni son un peligro real ni tampoco es la evolución de un miedo infantil es lo que ya se conoce como fobia.

El estrés que aparece en una situación de fobia se traduce en un episodio de ansiedad que tiene su manifestación en síntomas físicos como sudoración, respiración entrecortada, escalofríos, mareos, etc y también en otros síntomas de carácter psicológico como pensamientos distorsionados. A nivel de conducta, evitar esa situación es lo más habitual.

¿Qué tipos de fobias existen?

Existen muchos tipos de fobias aunque se pueden resumir perfectamente en tres grupos.

– Las agorafobias, que son los temores a estar en lugares o situaciones en las que las personas no pueden escapar: tiendas, ascensores…(aquí estarían incluidas las claustrofobias)

– Las fobias de carácter social que son aquellas relacionadas con el temor a la observación y juicio público mientras habla en público o come delante de los demás.

Fobias o temores concretos. Aquí se engloban todos los temores a ciertos objetos o situaciones particulares como las fobias a algunos animales o insectos, fobia a las alturas, fobia a los aviones, etc..

Aunque la mayoría de estas fobias se inician en la infancia o adolescencia puede haber algún hecho traumático o estresante que las produzca.

El estrés inherente a estos miedos y fobias tiene tratamientos de muy diversas formas. Por un lado el terapéutico, exponiéndose de forma progresiva a estos medios. Por otro lado el biofeedback es de una gran ayuda combinado con el anterior puesto que permite entrenar las variables fisiológicas que entran en escena en cuadros de estrés y la ansiedad para así tener recursos en el caso de que estos episodios se produzcan. Por un lado controlamos la mente y por el otro controlamos la parte física.

Estamos seguros de que podemos ayudarte con cualquiera de tus fobias. ¡Consúltanos!