Hoy hablamos de TDAH y depresión en Navidad. Luces, música, dulces, bebida, mucha comida, amigos, familia, en esto y mucho más son las ocupaciones de estas fiestas de Navidad, para muchos, se traducen en energía, amor y felicidad, para otros, en cambio en agotamiento, ansiedad o depresión, es la época del año en la que más casos de depresión se diagnostican.

La falta de rutinas en los horarios, algunas ausencias entre familiares y/o amigos y los excesos en viajes, compras, gente, comida, bebida, pueden suponer un gran reto a superar.

La depresión es 2,7 veces más prevalente entre adultos con TDAH que entre otros adultos, los estudios también nos dicen que alrededor del 30 por ciento de las personas con TDAH experimentarán un episodio depresivo o tendrán un trastorno del estado de ánimo en su vida. Cuando TDAH y depresión cursan juntas, los síntomas de cada condición aparecen de forma más aguda que si sólo tuvieran una de ellas.

La frustración constante, la decepción, la baja autoestima y el autoconcepto negativo que sufren muchas personas con TDAH por sus dificultades con la escuela, el trabajo o las demandas de la vida diaria en general, les ponen en una probabilidad cuatro veces superior de sufrir depresión y en un mayor riesgo de suicidio.

TDAH y depresión en navidad. ¿Qué podemos hacer?

En estos días, presta especial atención a tus emociones y las de tus seres queridos, cuando detectes signos de baja energía, tristeza o apatía, pon en marcha estos mecanismos:

  • Compartir la emoción: habla con tu terapeuta, si no tienes uno, busca un amigo o un familiar a quien contarle cuales son tus sentimientos, no importa si no se ajustan a lo que todo el mundo espera que se sienta en estas fechas, puedes estar triste, cansado, frustrado, furioso o irascible, aunque estemos en Navidad. Reconocer cómo te sientes y hablar sobre ello no te trasladará directamente a la felicidad, pero te proporcionará un estado de mayor calma y bienestar.
  • Reencuéntrate: En estas fechas podemos reencontramos con mucha familia y amigos o por el contrario, podemos encontrarnos muy solos echando de menos a familia y amigos, sin compañeros de clase o trabajo con los que compartir, el sentimiento de soledad se hace más grande. Aprovecha este tiempo para reencontrarte contigo mismo, concéntrate en tus placeres, eso que tanto te gusta y que a veces olvidas, tu música, tus puzles, tu cine, tus paseos favoritos, recuerda qué cosas son las que más te gusta hacer y sentir y dedica todo el tiempo que puedas a disfrutar de ellas, subirá tu autoestima y te sentirás un poco mejor.
  • Innova: Cuando hay exceso de compañía, tanto por número como por cantidad de tiempo, las relaciones con la familia y los amigos pueden ser agotadoras, física y emocionalmente. Busca una actividad nueva, algo que no hayas probado nunca, ya sabes, si ante los problemas de siempre, respondes de la misma manera, obtendrás los mismos resultados, experimenta con el aprendizaje de un nuevo idioma, una nueva habilidad artística o explorando una parte de tu ciudad o pueblo que aún no conozcas, tu cerebro activará nuevos recorridos neuronales para esta nueva experiencia que podrá actuar como resorte para encontrar un nuevo camino de motivación.LA
  • Respira: Concéntrate en tu respiración, asegúrate de llevar un ritmo lento, profundo y rítmico, realiza una serie de 1 minuto de respiraciones con un patrón idéntico, asegúrate de que siempre sigues el mismo ritmo.
  • Estira tus músculos: Ya sabes que la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma, si tu energía se dirige a mantener tensión en tus músculos, aunque no estés haciendo ninguna actividad con ellos, esta energía no podrás usarla para disfrutar de las cosas que te rodean, asegúrate de tener el tono muscular necesario, deshazte de todas las tensiones musculares innecesarias.
  • Toma el sol: La falta de vitamina D es otro de los factores potenciadores de la depresión, el frío, la lluvia y las nubes no lo ponen fácil, pero aún así, abrígate, ponte las botas y sal a la calle, a pesar de las nubes y el frío, el sol está ahí arriba, búscalo y deja que te inunde de vida.
  • Muévete: Quien mueve las piernas mueve el corazón, deja que tu sistema circulatorio se ponga en marcha, sal a dar un paseo y respira el aire de la calle, llena tus pulmones de aire fresco y con el paseo ayuda a tu corazón a distribuirlo por todo tu organismo, ayudarás a tu cerebro a producir bienestar.
  • Organización: Aunque estés de vacaciones, planifica un horario, aborda las tareas de una en una, no lo tienes que hacer todo a la vez, ni siquiera lo tienes que hacer todo. Pon fecha y duración a todo aquello que tienes o quieres hacer también a aquello que no te complace pero que no tendrás más remedio que hacer, no lo sufrirás hasta la fecha que hayas elegido y sólo lo sufrirás por el tiempo que hayas decidido que le vayas a dedicar.

Nunca insistiremos suficiente, si te sientes sin ganas, sin fuerzas para avanzar, pide ayuda y disfruta de una Feliz Navidad